Una nueva y excitante versión del clásico ballet Giselle llega a la gran pantalla el 21 de marzo de la mano del coreógrafo Akram Khan.
Tamara Rojo, Directora Artística del English National Ballet (ENB) mantiene su compromiso con los clásicos pero, por supuesto, confía en los creadores de vanguardia como el coreógrafo Akram Khan; fruto de esta colaboración nos ofrecen una actualísima, a la vez que arriesgada, versión de la obra de Adolphe Adam.
El reto artístico del coreógrafo al aceptar el tan reverenciado ballet, seguro que le dio algún que otro quebradero de cabeza. El torbellino de Khan no había visto ninguna versión de Giselle y ésta, que ahora nos presenta en el Liverpool Empire, supone su primer ballet de larga duración, donde sagazmente ha congregado a un equipo creativo impresionante.
Un montaje ecléctico que se empapa de nuestro convulsionado mundo actual y bebe del lenguaje del ballet, pero reinventado con un nuevo equilibro rítmico y un nuevo léxico del movimiento, en un contexto donde las divisiones son ecos del abuso de poder, el abismo del dinero y los intereses de unos pocos. La llaneza y simplicidad argumental del ballet original han sido la pulsación para conformar la estructura de la historia contemporánea; donde su protagonista, Giselle, es una mujer real, furiosa y energética. Se despoja de esa pasividad e infantilidad que le caracterizaban en el original para convertirse en una heroína de nuestro tiempo.
Una apuesta de hercúleo riesgo donde la música tampoco es la tradicional del ballet de Adolphe Adam, sino la partitura electro-orquestal de Vicenzo Lamagna que a tan sólo un mes del estreno sustituyó al compositor de Khan Ben Frost.